En maceración lenta, la aguardiente absorbe todo el aroma y sabor intenso del café, naciendo así un licor que nos traslada a las cocinas de nuestras abuelas.
Mar es una cerveza de trigo sin filtrar, de apariencia amarillo turbio y un toque refrescante en el paladar. No predomina el sabor a malta, pero si se aprecia la salinidad del agua de mar.
Este estilo es una rareza en el mundo de la cerveza, tanto por su historial de estar continuamente al borde de la extinción como por sus cualidades ligeramente salinas.
Cerveza de estilo de cerveza belga que se caracteriza por su color oscuro y su sabor complejo, licoroso y que ser puede apreciar notas de caramelo y frutos rojos.
Es una cerveza de alta fermentación y se produce con maltas especiales, levadura, agua y lúpulo.
Elaborado con aguardiente de orujo de la zona del Ribeiro.
Deja en el paladar un marcado aroma herbáceo, fruto de una maceración lenta y mimada al modo artesanal, como lo hacían antiguamente en el rural gallego.
Fruto de ello se obtiene este delicioso licor, de color amarillo dorado característico, y un gusto exquisito.
Es un estilo de cerveza oscura desarrollado en Londres a partir de cebada malteada marrón, maltas tostadas que le confieren un fuerte carácter tostado, y lúpulos nobles que le dan un amargor más pronunciado.
Es una cerveza oscura y a pesar de su color es ciertamente ligera.
Notas: Un poco ahumada, crema sedosa por su adicción de LACTOSA.
Cerveza originaria de Bélgica que se caracteriza por su alta graduación alcohólica, su sabor complejo y su espuma densa y persistente. Su nombre se debe a que en la elaboración se utiliza tres veces la cantidad de malta que se emplea en una cerveza normal, lo que le da una mayor densidad y cuerpo.
Además, se suele utilizar levadura de alta fermentación que le confiere un aroma y sabor especiados y afrutados.
Es un licor que se puede tomar solo, en la sobremesa, o añadirlo al café para hacer un carajillo de crema de orujo.
Crema de Orujo
Formato: 20 cl
Descripción
Licor elaborado con café de primera calidad.
En maceración lenta, la aguardiente absorbe todo el aroma y sabor intenso del café, naciendo así un licor que nos traslada a las cocinas de nuestras abuelas.
